Las propiedades del Kéfir, los beneficios del Kéfir, y toda la amplia gama de bondades que ofrece este alimento hacen de él tal vez el más buscado en internet en los últimos tiempos cuando de alimentos naturales se trata.
Existen diferentes tipos de Kéfir, todos adaptados según las necesidades y gustos de quienes lo consumen, todo depende de su proceso de preparación, pero antes de ahondar en detalles sobre los distintos tipos de Kéfir o búlgaro (como también se le conoce al Kéfir) resulta pertinente entender por qué es un alimento tan popular hoy en día.
Dentro de los beneficios del Kéfir tenemos que aporta una gran cantidad de de nutrientes. Entre las propiedades del Kéfir se encuentran vitaminas y aminoácidos muy valiosos para nuestro organismo. Pero entre las propiedades del Kéfir también hay beneficios que van un poco más allá de lo nutricional.
Entre los beneficios del Kéfir también podemos encontrar una serie de aportes en materia de salud gracias a que contiene probióticos, que son bacterias beneficiosas para nuestro organismo. Dentro de los probióticos que constituyen al yogur de Kéfir o yogur de búlgaro, tenemos al lactobacilos, que funge como agente protector y restaurador de la flora intestinal, así como también de las mucosas estomacales.
Como dijimos al principio, existen diferentes tipos de Kéfir que se adaptan a las necesidades de cada persona. La primera prueba de ello es el Kéfir de agua, o búlgaro del agua. El kéfir de agua, a diferencia del Kéfir de leche, es perfecto para las personas intolerantes a la lactosa. El Kéfir de agua se prepara con agua azucarada a la que las bacterias se añaden, por lo tanto es igual de saludable que el Kéfir de leche.
Por su parte, el Kéfir de leche es el más popular. Recordemos que en términos básicos, el Kéfir como bebida es leche fermentada, y sabemos que la leche cuando pasa por esos procesos se convierte en yogur, por lo que la preparación con leche pueden salir dos tipos de Kéfir, el búlgaro de leche, ese que mencionamos como el más común, y el yogur de búlgaro, que es muy similar al búlgaro de leche pero mucho más espeso.
En ese sentido, podemos afirmar que técnicamente existen tres tipos de Kéfir: el Kéfir de agua, el Kéfir de leche y el yogur de Kéfir. Pero no dejemos pasar por alto el Kéfir de té, una variación aún más ácida y por lo tanto es menos popular.
Sin embargo, como bien lo decimos en el título de este artículo, los tipos de Kéfir realmente varían según su preparación, aunque con ello sus propiedades y beneficios no cambian en lo absoluto. En este sentido es bueno saber que también existen infinidades de recetas con Kéfir, alimentos que utilizan Kéfir en su preparación, como el pie de Kéfir o la torta de chocolate y Kéfir. Si por alguna razón no te llama la atención probar el Kéfir o búlgaro en sus más clásicas presentaciones, no dejes de probar alguna de las recetas con Kéfir que seguramente también se pueden adaptar a tu paladar.